Cambio de arenas por AFM ng. Agua más cristalina

La razón por la cual es necesario el cambio de arenas es que si no se efectúa , se reduce la capacidad de filtración de nuestra depuradora , con el correspondiente perjuicio ECONOMICO y sobre todo SANITARIO
No efectuar un cambio de arenas puede producir una posible petrificación de la arena con el consiguiente deterioro del filtro, la filtración es peor y esta se ve necesaria complementar con una mayor cantidad de producto químico, lo que a su vez conlleva , en caso de utilizar cloro , a una mayor concentración de cloraminas y ácido isocianurónico en el agua , tan perjudicial para la piel , fosas nasales y ojos.
Piscinasci desde hace 4 años, utiliza posiblemente el mejor medio de filtrado para piscinas llamado AFMng en lugar de arena de silex.
Las ventajas de este producto respecto al anterior son
Reduce consumo de productos químicos entre del 20% al 30%
Mejora la filtración de la piscina , consiguiendo partículas por debajo de 1 micra , las arenas y vidrios por debajo de entre 20 y 25 micras.
Se ahorra agua y energía eléctrica en cada lavado de arena, ahorro de un 50%.
En definitiva, agua cristalina y más saludable, sin olor a cloro, con menor consumo de agua, de productos químicos y energía, gracias a un sistema ecológico y económico.
Dryden Aqua es un empresa de origen escocés, especializada en el tratamiento del agua de la piscina. Hace unos años, Dryden Aqua presentó su sistema AFM®, el cual representó una revolución en el mercado, y que posteriormente múltiples empresas han intentado copiar sin llegar a conseguir la gran efectividad de AFM®.
Se trata de un medio de filtrado basado en el uso de cristal verde puro, el único cristal con las propiedades físicas y químicas necesarias para conseguir que el AFM® sea auto-esterilizante. Dicho cristal es transformado en granos de forma y tamaño óptimos para su perfecta efectividad.
AFM® es bio-resistente y auto-esterilizante. Esto le permite superar el rendimiento de la arena o del cristal triturado al filtrar un 30% más de materia orgánica y evitando la proliferación del llamado biofilm orgánico (mucosidad generada por las bacterias adosadas a la arena para evitar el efecto del desinfectante), lo que repercute en la calidad de filtración y por tanto, del agua de la piscina. Así por ejemplo, si no hay biofilm, evitamos la aparición de tricloraminas y el olor a cloro.
Para todo esto, resulta fundamental el proceso de activación del AFM®, dónde se crea una estructura meso porosa con una enorme área de superficie catalítica. El cristal típico triturado o la arena tienen una superficie de 3.000 m2 por tonelada, mientras que la del AFM® es de 1.000.000 m2 por tonelada, lo que supone un área de superficie 300 veces mayor para la absorbción y las reacciones catalíticas. Grupos de hidróxilos sobre la superficie del AFM® proporcionan una potente carga negativa, conocida como potencial Zeta, la cual atrae metales pesados y moléculas orgánicas. En presencia de oxígeno o de agentes oxidantes, la superficie catalítica genera radicales libres que oxidan y desinfectan la superficie del AFM®.
Podemos complementar la efectividad del AFM® con el Sistema Daisy, el cual además nos permite controlar la coagulación, floculación y oxidación catalítica.
Recordemos que AFM® puede ser utilizado en cualquier filtro de arena de piscina, por lo que no necesita ningún tipo de adaptación o cambio de equipos en piscinas ya existentes.